El Análisis Bioenergético, o la Terapia Bioenergética, es una psicoterapia que trabaja con la el cuerpo y con la mente para ayudar a mejorar los problemas psicológicos y emocionales.
La persona es un organismo vivo, es una unidad cuerpo y mente, y se contrae o se expande según sean la vivencias, dolorosas o placenteras, que tenga cada persona en sus experiencias vitales durante el desarrollo.
La expresión del cuerpo
La postura típica del cuerpo de cada uno expresa su estructura psicocorporal o estructura de carácter, que se desarrolla para hacer frente a las respuestas del entorno a las propias necesidades durante las diferentes etapas de maduración. Una de las estructuras típicas es la estructura esquizoide, que se ha organizado en un cuerpo fragmentado y en un grado de disociación importante entre el cuerpo y la mente. Las articulaciones suelen estar frías, como consecuencia de esta fragmentación del cuerpo, porque energéticamente el organismo ha tenido que recurrir a dejar de mantenerse unido energéticamente ante la experiencia traumática vivida de miedo a ser aniquilado o destruido, o miedo a morir.
Esta experiencia, que pudo ser real debido a conductas violentas de uno de los progenitores hacia el bebé, o pudo ser vivenciada por un parto muy difícil o por un entorno muy inestable o inseguro, se produce en momentos del desarrollo muy tempranos, incluso antes de nacer, y es una respuesta de supervivencia y de adaptación a esa experiencia o entorno, y a la vez, es también de protección y de defensa para no volver a sentir ese miedo o terror.
Se puede observar también en el cuerpo de una persona con una estructura esquizoide, asimetrías entre el lado derecho y el izquierdo del cuerpo; una mirada ausente o vacía, con dificultad para intimar en la relación. El mundo imaginario y de fantasía suele ser bastante activo porque es un mundo seguro que la persona puede controlar, y al que necesita a menudo aislarse y refugiarse para no sentirse “en peligro” en el mundo de las relaciones humanas que requieren cercanía o confrontación y conflicto.

El analista bioenergético sabe leer tu cuerpo
El analista bioenergético o terapeuta bioenergético, está formado para saber “leer” el cuerpo de la persona y entender los diferentes patrones de contención que más se desarrollan según la etapa madurativa en la que cada uno haya tenido más dificultad o conflicto.
Cada patrón de contención tiene una función básica: tenerse a sí mismo. La persona con otra de las estructuras de carácter, la estructura oral, se tiene a sí misma haciendo un esfuerzo hacia arriba, con la parte superior del cuerpo para luchar contra la ansiedad y el miedo de “caer y derrumbarse” y no tener un suelo que le sostenga. La problemática oral más importante es la privación, al no haber tenido una base segura sobre la que apoyarse y sentirse en un vínculo de apego seguro.
Conforme se trabajan haciendo conscientes estos patrones, se pueden ir relajando, se pueden atender y liberar los sentimientos asociados a esos patrones y se puede empezar a construir nuevas formas de estar con uno mismo y con el otro. Eso permite habitar más tu cuerpo y es uno de los beneficios de la terapia bioenergética o de análisis bioenergético.
Habitar el cuerpo
Habitas más tu cuerpo porque la tensión y la contracción que sostiene la estructura de carácter va dejando más espacio para estar con uno mismo. Es como si las habitaciones de una casa, que es tu cuerpo, hubieran estado reducidas en tamaño, y poco a poco se fuera ampliando el espacio de cada una teniendo la sensación de que estás más en tu propio cuerpo, pudiendo dejarte estar más él y adueñándote más de la vida que sientes.

El Análisis Bioenergético te ayuda a tomar conciencia de las emociones
En Análisis Bioenergético o Bioenergética, trabajamos a través de sentir el cuerpo, como una experiencia vivencial que ayuda a tomar conciencia de nuestras sensaciones y emociones.
Una de las diferentes formas de trabajar con el cuerpo es la conciencia de la respiración, porque la respiración está estrechamente ligada a nuestros sentimientos y emociones. Si tienes una dificultad importante para llorar, es probable que la zona de la mandíbula y la garganta tenga importante tensión que inhibe la expresión del llanto, y la profundidad de la respiración esté limitada para no sentir tanto la emoción. La amplitud y la intensidad de tu respiración afecta a tus emociones y viceversa.
Recuperar tus emociones y tu capacidad de sentir
Cuando se libera un llanto antiguo, ahogado y encerrado en tu cuerpo, probablemente porque “no hubo nadie” que lo atendiera o lo consolara, se gana una mayor capacidad de sentir y se recuperan emociones que no encontraron un lugar para expresarse en una relación de seguridad y de cercanía. El terapeuta bioenergético trabaja con el cuerpo para tratar de construir junto al paciente un espacio relacional y un vínculo terapéutico que facilite y legitime la expresión de esos sentimientos, encontrando las palabras que le acompañan, para que finalmente, las experiencias que quedaron pendientes en el pasado puedan integrarse en el momento presente. Esto nos ayuda a estar más presentes en el aquí y ahora, recuperando más capacidad para sentir nuestra vitalidad y expresar nuestra espontaneidad.