La terapia de pareja es un espacio para explorar y comprender las dificultades que encontramos en nuestras relaciones de pareja.
En toda relación de pareja hay un proceso de continuo cambio, en el que aparecen crisis de pareja que es importante resolver para que la relación no se deteriore y genere más dolor y sufrimiento.
Una relación de pareja crece y madura cuando cada uno aporta lo que el otro necesita y es una oportunidad para aprender, y para dar y recibir amor. Pero cada uno da y recibe de acuerdo a su propia experiencia afectiva, y nos relacionamos con el otro según hemos aprendido a vincularnos en la expresión de los afectos y el sentimiento de amor.
En la propia relación pueden manifestarse miedos y bloqueos no resueltos, que tienen que ver con la dificultad de abrir nuestros sentimientos amorosos o de afirmar nuestro propio espacio e individualidad e impiden que la relación avance y crezca.
El objetivo de la terapia de pareja es trabajar sobre todo este tipo de dificultades y hacer los cambios necesarios para que se de una relación de confianza y de seguridad afectiva, y si no es posible continuar la relación, terminarla de la mejor manera para ambos.
PREGUNTAS FRECUENTES EN UNA TERAPIA DE PAREJA
Estas son las respuestas a las preguntas sobre la terapia de pareja más frecuentes para que sepas qué puedes esperar de este tipo de terapia. Estamos aquí para ayudarte, no dudes en preguntar.
¿En qué consiste una terapia de pareja?
Consiste en atender lo que preocupa a los dos miembros de la pareja y encontrar una solución satisfactoria para ambos. Para ello es necesario:
- Que cada uno hable y exprese cómo se siente y cómo ve el problema actual de pareja.
- Comprender el problema actual necesita ir acompañado de una comprensión de la propia historia de la relación: cómo surge, cómo fueron los primeros años de convivencia, momentos felices, crisis o dificultades que aparecen y cómo se resuelven, sexualidad de la pareja, decisiones importantes, proyectos en común, hijos, relación con las familias de cada uno, vida en pareja y vida personal, etc.
- Cómo ha evolucionado el sentimiento amoroso: en toda relación amorosa el sentimiento amoroso va cambiando y puede ir pasando por la alegría o felicidad de los mejores momentos del enamoramiento inicial o de apasionamiento, a encontrarse con momentos de apatía, aburrimiento, desilusión o decepción. Los sentimientos van cambiando y el amor en una relación puede también ir cambiando madurando y creciendo a la vez que la propia relación.
- Qué ha aportado cada uno a la relación para que haya funcionado cuando la relación ha sido satisfactoria, o qué ha faltado o falta para que la relación vuelva a ser satisfactoria.
- Explorar cuál es el deseo actual de ambos sobre la relación de pareja: seguir intentándolo, ver las dudas de si vale la pena continuar o no, o no seguir y ver cómo terminar la relación.
- Cuáles son los cambios necesarios que hay que hacer para que la relación funcione o ver cómo terminarla si es la mejor solución.
¿Qué se hace en la terapia de pareja?
- Poder expresar cómo se siente cada uno: es fundamental poder expresar lo que cada uno siente respecto al conflicto o problema que tiene la pareja, para que desde ahí se pueda avanzar y profundizar en la comprensión de lo que pasa
- Trabajar sobre la forma de comunicación de la pareja: muy a menudo hay en la pareja la sensación por ambas partes de “no me entiende” o “no entiendo lo que le pasa” o “no nos entendemos”. La terapia sirve para que haya alguien, en este caso el terapeuta, que pueda escuchar cómo vive cada uno el problema desde un lugar más objetivo, que ayude a comprender la dificultad de cada uno.
- Trabajar con determinados ejercicios individuales o en pareja para ayudar a tomar conciencia de los sentimientos, emociones y creencias que cada uno tiene con respecto al conflicto de pareja.
- Encontrar los puntos fuertes y puntos débiles de cada miembro de la pareja y de la pareja en sí misma. Es tan importante apreciar las partes valiosas que tiene cada uno y la propia pareja, como darse cuenta y saber cuidar los puntos débiles o vulnerables de cada uno y de la propia relación.
- La búsqueda de una solución o salida aparece con mucha más facilidad cuando se han podido dar los pasos anteriores y hay una mayor conciencia y comprensión del conflicto de la pareja.
¿Cuándo es necesario ir a una terapia de pareja?
- Cuando la relación se está deteriorando de tal forma que la vida de pareja está siendo algo muy difícil, insoportable o insatisfactoria, por ejemplo discusiones cada vez más frecuentes, no tener ganas de llegar a casa, etc.
- Cuando se tiene la sensación de que la relación de pareja no funciona, por ejemplo, no hay comunicación entre la pareja, no hay ganas de hacer cosas juntos, etc. A veces se pide ayuda cuando ya es demasiado tarde porque ya el nivel de deterioro y el daño de la relación es demasiado grande.
- Cuando se repiten los mismos problemas o conflictos cada cierto tiempo o muy a menudo. Esto es la señal de que no se encuentra una salida a un problema que reaparece porque no se le ha dado una solución satisfactoria. Este tipo de situaciones provocan frecuentemente cansancio, ira, apatía y un distanciamiento de la pareja cada vez mayor.
- Cuando se ha intentado muchas veces resolver el problema entre los dos miembros de la pareja y no se ha conseguido encontrar una solución satisfactoria.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes que surgen en una terapia de pareja?
Los problemas frecuentes de una relación de pareja son los que surgen en cualquier relación que implica una convivencia continuada, porque acaba surgiendo lo que cada uno tiene dentro.
La relación de pareja supone convivir con la forma de ser del otro, su personalidad, su historia, sus circunstancias y sus puntos fuertes y débiles.
Convivir implica conocerse y saber querer al otro tal y como es, pero la relación es una oportunidad para que aflore lo que cada uno trae a la relación y pueda mejorarse aquello que cada uno necesita mejorar.
Cuando hay problemas de convivencia en una pareja es frecuente que surjan:
- Discusiones frecuentes que generan tensión y frustración continua
- Expectativas frustradas y decepción respecto a lo que cada uno esperaba del otro en un proyecto de vida en pareja, sea por lo que se esperaba como pareja en sí, o bien en el rol de madre o padre de los hijos de la pareja, y genera un sentimiento parecido a: “ya no eres la mujer de la que me enamoré”, “esperaba que fueras un buen padre o una buena madre con nuestros hijos”,…)
- Dificultad en aceptar los cambios que suceden con el propio paso del tiempo: cambios físicos, estilos de vida, cambios en la intensidad y calidad del sentimiento amoroso, relaciones con el entorno, etc.
- Dificultades de comunicación que impiden sentirse entendido y entender al otro, lo que va generando distanciamiento, apatía, problemas sexuales y el deterioro de la relación. (Por ejemplo: “siento que no me escucha ni me entiende”, “no entiendo porqué siempre se pone así”, etc.)
- Roles estereotipados y rígidos: el proyecto de pareja requiere a veces cambios en los roles y tareas que cada uno realiza, pero a veces hay actitudes inflexibles y rígidas por parte de algún miembro de la pareja que deterioran la convivencia (“no quiere renunciar a su trabajo, es lo primero antes que hacer cosas juntos”, “ya nunca hacemos.
¿En qué me puede ayudar una terapia de pareja?
La terapia de pareja puede tener algunos beneficios importantes porque hay un espacio donde los dos miembros de la pareja se pueden sentir escuchados por otra persona, en este caso el terapeuta, en aquello que cada uno siente que no es entendido por el otro miembro de la pareja. Esto puede ayudar a:
- sentiros mejor entendidos porque hay una escucha más “objetiva”, que trata de dar a cada uno su sitio para ser escuchado y comprendido en su conflicto
- tener más conciencia de lo que siente cada uno, porque hay un espacio para que cada miembro de la pareja pueda expresarse sin ser interrumpido o juzgado
- mejorar la escucha, la comprensión y la aceptación de cómo es y se siente vuestra pareja, que ayudará a encontrar una mejor manera de relacionarse con ella
- que los problemas de la pareja, por muy difíciles que sean, tienen mejor solución en un espacio de comunicación donde ser escuchados y escuchar al otro
- asumir la responsabilidad de lo que cada uno ha hecho o ha dejado de hacer por la pareja, y así evitar echar la “culpa” de la mala relación al otro
- la relación de pareja es una excelente oportunidad para aprender a dar y a recibir porque es con quien más podemos abrir nuestros sentimientos más íntimos.